Visita a los núcleos de arte rupestre en Coa

Visitas orientadas, en vehículos todo terreno y recorrido peatonal, abiertas al público en general a tres de los principales sitios con arte rupestre paleolítico conocidos en el área del Parque: Canada do infernó, Penascosa y Ribeira de Piscos. Los tres sitios se encuentran en pleno valle del río Coa, accesibles por caminos de tierra batida. Las visitas parten de diferentes sitios: desde el Museo del Côa a Canada do infernó y a la Ribeira de Piscos y el Centro de Recepción de la aldea de Castelo Melhor a Penascosa. Canada do inferno se encuentra en la margen izquierda de la Coa, en terrenos del municipio y parroquia de Vila Nova de Foz Coa. La visita comienza en el Museo de Coa. Se parte en un coche todo terreno, con un guía, por una carretera asfaltada, en un recorrido de unos 7 km, hasta junto a las obras de la presa abandonada del Bajo Coa. A partir de aquí se prosigue más 3 km por camino de tierra batida, a través de estas mismas obras que forman parte de la historia del descubrimiento del arte del Coa. El recorrido final a pie es de unos 400 metros hasta el lugar de implantación de los primeros grabados visitados, por vía estrecha pero arreglada. Penascosa se encuentra en una gran playa fluvial en la margen derecha del río Côa, en el municipio de Vila Nova de Foz Côa, en terrenos de las parroquias de Castelo Melhor y Almendra. La visita comienza en el Centro de Recepción de Castelo Melhor. Se sigue en un coche todoterreno, con un guía, por un camino de tierra, a lo largo de unos 6 km. Es el sitio más visitado del Parque Arqueológico del Valle de Coa, por la facilidad de acceso y la enorme belleza y tranquilidad del lugar, así como por la inmensa riqueza de sus grabados paleolíticos, bien representativos de lo mejor del arte de Coa. La Ribeira de Piscos se encuentra en la desembocadura de esta ribera con la margen izquierda del río Côa, encontrándose en el municipio de Vila Nova de Foz Côa, parroquia de Muxagata. La visita comienza en el Museo de Coa. Se parte en un coche todoterreno, junto con un guía, por un camino de tierra a lo largo de 6 km. Estacionada el coche, es necesario caminar unos 1100 metros hasta la última de las rocas visitadas.