En busca del Grial …

Entramos en el distrito de Castelo Branco por la monumental Portas do Rodão al sur, o por las montañas Serra da Estrela y Malcata al norte, desde el inicio la imponente belleza natural que caracteriza el territorio. Esto adquiere un carácter distintivo en la enigmática Gardunha o en el Parque Natural del Tajo Internacional, en el que el Tajo profundo, los animales y las plantas reinan en el sereno silencio de la naturaleza. Y en el Geoparque Naturtejo, donde los geomonumentos son el principal motivo de visita, la simbiosis es perfecta con la tranquilidad rural de los hermosos pueblos donde el tiempo parece haberse detenido – donde Monsanto, Castelo Novo e Idanha-a-Velha pontifican – con un vasto patrimonio religioso e innumerables piscinas de agua dulce y presas para refrescarse. El arte se manifiesta en el bordado, en el Boom Festival, en múltiples espacios y museos temáticos, en los que la referencia al Museo del maestro Cargaleiro es ineludible. Rico en historia, el distrito de Castelo Branco es un verdadero museo abierto y vivo que destaca el patrimonio de los diversos pueblos que lo ocuparon y los Caballeros Templarios, que tuvieron aquí su último reducto en Portugal. Y es precisamente en la senda de los Templarios donde recorreremos los senderos medievales de la región, entre Penha García, Monsanto, Penamacor y Castelo Novo, explorando los testimonios y reconociendo las huellas dejadas por los monjes guerreros que, para los más conocedores, señale el camino hacia el Conocimiento…